El uso de bebidas alcohólicas entre los adolescentes ha emergido como una inquietud cada vez mayor en México. Diferentes investigaciones y sondeos han mostrado cifras preocupantes que evidencian la gravedad del asunto y sus repercusiones en la salud y el bienestar juvenil.
Frecuencia de consumo de bebidas alcohólicas en jóvenes
De acuerdo con información actual, cerca del 20.6% de los jóvenes de 10 a 19 años en México han ingerido bebidas alcohólicas. Asimismo, un 13.9% de este grupo ha señalado un consumo excesivo de alcohol en el año pasado, lo cual incrementa de manera considerable el riesgo de desarrollar adicción y otros problemas relacionados.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) ha mostrado que en 2021, el 21.1% de los adolescentes de 10 a 19 años eran consumidores actuales de alcohol, lo que corresponde a aproximadamente 4.7 millones de adolescentes.
Factores asociados al consumo de alcohol en adolescentes
El comienzo del consumo de alcohol durante la adolescencia puede deberse a diversos factores. Las causas más comunes incluyen la curiosidad (29.4%), la invitación de compañeros (13.5%), el deseo de experimentar (12.4%), conflictos familiares (10%), la influencia de amigos (9.4%), la presión del grupo (4.1%), la invitación de familiares (2.9%) y la tristeza (2.4%).
También, el consumo de bebidas alcohólicas es mayor entre jóvenes adolescentes que no están estudiando (37.8%) y aquellos que tienen un retraso en su educación (24.8%).
Consecuencias del consumo de alcohol en la adolescencia
El consumo de alcohol durante la adolescencia puede tener efectos perjudiciales en la salud física y mental. Entre las consecuencias se incluyen problemas de desarrollo cerebral, trastornos mentales, adicciones y enfermedades físicas. El consumo temprano de sustancias se asocia con un mayor riesgo de problemas de abuso de sustancias en la vida adulta, así como con otras conductas de riesgo.
Además, el consumo crónico en forma de episodios de atracón puede reducir la memoria, el aprendizaje y el control emocional, con secuelas que persisten en la edad adulta.
Formas de enfrentar el inconveniente
Para enfrentar esta problemática, es fundamental implementar estrategias de prevención durante la adolescencia temprana. Estas estrategias deben incluir programas educativos que informen sobre los riesgos del consumo de alcohol, así como políticas públicas que regulen la venta y publicidad de bebidas alcohólicas dirigidas a menores.
La participación de la familia es crucial en la prevención del consumo de alcohol en adolescentes. El ejemplo que los padres dan es fundamental para transmitir mensajes sobre el consumo responsable y formas alternativas de disfrute y relajación. Además, es importante fomentar la comunicación abierta y el apoyo emocional dentro del núcleo familiar.